Llar Ciutat y el amor

El amor siempre esconde confianza y calambre, sin uno de esos se llamaría afecto o pasión.

La pasión es efímera, el afecto es duradero pero desapasionado. El amor, ¡ay, el amor!, el amor es el calambre, la chispa, el respeto, la ilusión, el perdón, los bailes, los brindis, las alegrías y las penas compartidas, la confianza y la fidelidad.

Los hay que viven toda una vida sin sentir amor; otros, como nosotros en Llar Ciutat, sentimos amor cada día de nuestra vida.

Amor por lo que hacemos, por lo que pensamos, por lo que somos capaces de ejecutar. Amor por las puertas que nos atrevemos a abrir y guardan tesoros. Amor por la tradición y las cosas bien hechas, amor por Palma, esta ciudad que nos regala rincones, amor por nuestra profesión y las oportunidades que se nos brindan de escribir la historia de nuestra isla.

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